miércoles, 23 de marzo de 2016

¿Debe la literatura infantil tratar temas como la guerra, la enfermedad o la muerte?

La guerra, la enfermedad o la muerte son realidades que pueden tocarnos a todos antes o después por ellos es importante saber tratar con los niños/as estos temas. 

A primera vista son temas que las canciones y los libros infantiles no tratan de forma explícita ni como tema principal ya que muchos piensan que puede ser traumático para los niños, pero personalmente pienso que todos se puede tratar mediante la música y la literatura si lo hacemos de forma adecuada. 

En primer lugar tenemos que pensar que los niños/as son personas como todos y que por lo tanto hay que tratarles como tal. No es necesario mentirles pero sí es cierto que hay que ser delicados en estas ocasiones. Tienen que saber que la gente muere a causa de diversas situaciones ya sean enfermedades, accidentes o guerras y que el algún caso esto les puede afectar. 

En ningún caso hay que infundirles miedo o temor a la muerte, simplemente debemos transmitirles que la vida sigue después de estos acontecimientos y que en el caso de las guerras o las enfermedades, pueden tener a veces solución.

Existe una canción de Dani Martín, ex-vocalista de El Canto del Loco, que dedicó a su hermana cuando falleció debido a una grave enfermedad. No es una canción infantil, pero es cierto que trata el tema de la muerte con respeto y delicadeza, sin hacer referencias a ningún tipo de creencias y que no lo aborda como algo traumático, simplemente representa la realidad que él vivió tras sufrir esta pérdida.

Pienso que no es una canción para poner en el aula, aunque sí puede ser recomendable para niños, un poco más mayores ya que pueden sentirse reflejados tras una situación similar y de algún modo pueden encontrar consuelo al pensar que alguien más ha pasado por lo mismo que ellos/as.

Mi Lamento - Dani Martín


Las canciones y los libros/cuentos que tratan la guerra, la enfermedad o la muerte pueden ayudar en algún caso a aliviar el dolor que estas situaciones pueden producir pero en ningún caso, según mi opinión curarán el daño que producen.

Mª José Ruiz González

¿Son conservadores los cuentos populares?

Sin duda alguna los cuentos populares, voluntario o involuntariamente son conservadores ya que desde mi parecer tiene tiene mucho que ver la época en la que fueron escritos.

Es difícil darse cuenta de ello ya que normalmente no nos paramos a pensar si los cuentos transmiten o no los valores que defendemos ya que vemos la literatura infantil como un pasatiempo sin más, pero en el momento que nos convertimos en futuros maestros somos nos damos cuenta que en muchas ocasiones estamos rodeados de dobles sentidos que nos llevan a una sociedad con la que en realidad queremos luchar.

No es justo que sean siempre los príncipes quienes rescaten a las princesas o que ellas a lo único que aspiren es a casarse con ellos y vivir del cuento (nunca mejor dicho). Por ello voy a realizar la creación de un cuento tradicional en el que se cambie el punto de vista con respecto a las clases sociales.

La princesa que no quería ser princesa



Erase una vez una princesa que se llamaba Vera. 
Vera tenía 8 años cuando se dio cuenta de que no quería ser princesa.

Ser princesa requería ponerse todos los días un vestido largo hasta los pies, llevar una corona durante todo el día que pesaba igual que un gato, sonreír en todo momento delante de la gente y tomar decisiones como elegir entre el rojo amapola o el amarillo margarita para las servilletas del convite.

Vera estaba harta de esa vida y cada noche salía de su gigantesca cama para asomarse por la ventana y ver a los jardineros arreglar el jardín. Lo hacían por la noche porque el padre de Vera odiaba ver como pisaban el césped de su jardín. 

La princesa podía pasarse la noche entera viendo como los jardineros cortaban el césped, regaban los rosales, los limoneros y los geranios, como limpiaban cuidadosamente las hojas de esas plantas tan grandes y abonaban las otras más pequeñas.
Todas las noches antes que sol apareciera, Vera se metía en la cama pensando "ojalá pudiera ser jardinera y no princesa".

Años después Vera cumplió 18 años y aquella misma noche, en la celebración junto a los nobles y la realeza, Verá se levantó como la princesa que era, cogió una copa y una cuchara y dio delicados golpecitos para llamar la atención de sus invitados.

- Señoras, señores, llevo años queriendo que llegara este momento.

Todos la miraban asombrados.

- Yo nunca he querido ser princesa, no me gusta llevar estos vestidos hasta los pies, ni me gusta llevar una corona durante todo el día que pesa igual que un gato, ni sonreír en todo momento delante de la gente y mucho menos tomar decisiones como elegir entre el rojo amapola o el amarillo margarita para las servilletas de un convite como este. ¡Yo quiero ser jardinera!

Todos exclamaron sorprendidos. - ¡No es posible! Una princesa no puede ser jardinera.

Verá continuó. - Quiero ser jardinera y no princesa por eso renuncio a esta corona. Mamá, papá lo siento.

La princesa dejó la corona encima de la mesa y salió corriendo del palacio.

Al enterarse de la noticia, Esteban el viejo jardinero del palacio fue tras ella.
-Vera, si quieres dejar de ser princesa y ser jardinera yo te ayudaré.

Esteban le consiguió una casita a las afueras del pueblo con un jardín inmenso y enseñó a Vera el oficio de jardinera. Tras muchos años Vera consiguió ganarse la vida con su trabajo ya que se encargaba de todos los jardines del pueblo.

La princesa iba a visitar a sus padres todas las semanas y ayudaba a Esteban con el jardín del palacio.
Vera había conseguido su sueño. Dejó de ser la princesa Vera, para ser Vera la jardinera.

FIN 

Mª José Ruiz González

¿Tiene interés para los niños la poesía?

Cuando pensamos en poesía a todos nos vienen a la mente estrofas largas con rimas y muchas veces sin sentido, pero nunca pensamos que las canciones que escuchamos en la radio cada día son poesías con música. 

En la actualidad la gente se asombra cuando dices que te gusta leer poesía, que es una pérdida de tiempo, que es aburrido, pero también es cierto que el número de lectores de poesía ha aumentado de unos años para acá. 

En los colegios tal vez no se le de demasiada importancia a la poesía y por ello los niños/as no crean en ellos la necesidad, las ganas o la curiosidad de leer este tipo de lecturas. Pero al igual que los mayores, ellos/as no son conscientes de que la poesía lleva en sus vidas desde antes incluso de nacer, y con esto me refiero a las nanas. 
Las nanas son canciones melodiosas y suaves que se cantan a los niños/as pequeños para arrullarlos o para que se duerman. Son canciones cortas y sencillas que normalmente las madres cantan a sus bebés en momentos de tranquilidad.

A continuación aparecerá el enlace de una página web con distintas nanas:
Nanas

Y como actividad realizaré la creación de una nana:

Duerme bebé

Duerme bebé, duerme,
que la luna ya se vuelve.

Duerme bebé, cierra los ojos,
que tu madre tiene antojos.

Duerme bebé, descansa,
que la gata ya esta mansa.

Ea, ea, mi bebé duerme, 
ya mañana podrás verme.


Mª José Ruiz González

¿Puede la literatura ayudar a prevenir el acoso escolar?



Orejas de Mariposa es un cuento infantil que trata la historia de una niña que tiene las orejas grandes y como consecuencia sufre las burlas de sus compañeros. 

Esta historia cuenta la realidad que muchos niños sufren hoy en día en las escuelas, el bullying o acoso escolar. En la actualidad se oyen en las noticias casos de niños que son víctimas de una acoso psicológico e incluso físico en las aulas de los colegios. Es un tema que debería analizarse con detenimiento ya que están en juego el futuro y las vidas de cientos de niños.

Desde casa los padres son los responsables de educar a los niños/as en el respeto y la tolerancia y enseñarles que hay muchos tipos de personas y que no por ello son diferentes. No importa si un niño/a tiene las orejas grandes o viste con ropa de segunda mano por que lo verdaderamente importante es lo que hay dentro. La base está en casa junto a las familias, pero la escuela es el lugar dónde se refleja los comportamientos reales de los niños/as. No importa si los padres dan una buena educación a su hijo/a si luego en el colegio un profesor echa a un niño/a de clase por estar distraído. Esto también es una forma de discriminación. En todos los lugares y situaciones hay que buscar la manera de que los niños/as se sientan iguales e integrados.

Se dice que muchas veces los profesores no son conscientes de los casos de acoso que puede surgir en una clase, pero personalmente, con niños y niñas de entre 6 y 12 años con los que pasamos buena parte del día es imposible que algo así pase desapercibido. Por eso incluso antes de conocer algún caso de bullying en clase es necesario prevenir y mostrar a los alumnos que estas cosas pasan, que muchas veces se empieza con un insulto de broma y acaba con un niño/a traumatizado.

La literatura es una buena forma de mostrar a los niños/as esta realidad. Tenemos que tener en cuenta las edades de los alumnos para elegir una obra literaria u otra que trate el tema pero está claro que el algo que los niños/as tienen que conocer. Gracias a estos tipos de lecturas ellos pueden ser conscientes de los que está ocurriendo o puede ocurrir a su alrededor, ya que muchas veces si ya no es posible prevenir, el acosos se puede abordar también con estos cuentos ayudados de juegos de roll en los que se puede hacer un intercambio de papeles entre acosado y acosador siempre teniendo conocimiento de la repercusión que esto pueda tener.

Como conclusión, desde mi opinión pienso que los cuentos e historias relacionadas con el acoso escolar son un buen método para que los niños conozcan el tema, además de una buena forma de abordarlo en el caso de ser necesario. Orejas de mariposa es un buen ejemplo de ello, ya que al ser un cuento corto y sencillo es más fácil de introducir en el aula con niños/as de más corta edad.


Mª José Ruiz González