- Creación: Reescribir un cuento popular desde el punto de vista del tratamiento de las clases sociales.
"BLANCANIEVES Y SU QUERIDO ENANITO"
Érase una vez, una hermosa chica que vivía en palacio. Tenía la piel blanca como la nieve y el pelo negro como el azabache, se llamaba Blancanieves. Junto a ella vivía su malvada madrastra que tenía mucha envidia de la belleza de Blancanieves.
La madrastra tenía un espejito mágico, el que le decía la verdad siempre que le preguntaba. Cada día ella le preguntaba, "¿Espejito, espejito, quién es la más guapa?". El espejo siempre le mostraba la imagen de Blancanieves. Cansada de la situación la madrastra decidió deshacerse de su hijastra y ordenó al cazador levarla al bosque y allí matarla, cómo prueba de ello tenía que llevarle el corazón de Blancanieves en una caja.
El cazador y Blancanieves emprendieron rumbo al bosque, pero una vez allí el cazador no pudo obedecer las órdenes de la madrastra y dejó que Blancanieves escapara.
Tras unas horas perdida en el bosque, Blancanieves encontró una acogedora casita en la que vivía una pequeña personita. Era conocido como el Enanito del bosque.
Blancanieves entró sin permiso a la casa, ya que en ese momento no había nadie allí. Horas después el Enanito llegó y vio a Blancanieves, instantáneamente quedó prendido de su belleza y no pudo evitar quedarse observándola mientras ella dormía. Cuando Blancanieves despertó, el Enanito la había preparado una deliciosa sopa. Ambos se hicieron amigos.
Cada día el amor del Enanito iba creciendo más y más, pero este no lo mostraba, puesto que sentía que ella merecía a un apuesto príncipe. Mientras tanto, un día la malvada madrastra descubrió que había sido engañada y que en realidad Blancanieves no estaba muerta, sino que vivía junto al Enanito del bosque. La madrastra decidió disfrazarse de vieja para engañar a Blancanieves vendiéndola una deliciosa manzana envenenada.
Cuando llegó a la casa del Enanito, Blancanieves no pudo resistirse a la sabrosa apariencia de la manzana y decidió darla un bocado. Al momento Blancanieves se derrumbó. El Enanito la vio y fue corriendo en busca de ayuda. Pensó que con el beso de un apuesto príncipe ella despertaría, así que fue a su búsqueda.
Cuando llegaron a dónde estaba Blancanieves, el Príncipe se inclinó y la besó. De nada sirvió su beso ella seguía sin despertar, con tristeza el Enanito se agachó para abrazarla y la besó en la frente. En ese momento Blancanieves se despertó y todos quedaron sorprendidos. Ella también le amaba, no le importaba que no fuera un apuesto príncipe, le quería tal y como era. Así que se casaron y vivieron felices en la casita del bosque.
CRISTINA RODRÍGUEZ CRESPO
GRUPO:262
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